Siempre han existido fantasías, anécdotas y cuentos alrededor de la Cirugía Plástica.
A continuación, señalo algunos de esos mitos y lo que considero es la realidad acerca de ese tema en particular. No pretendo agotar el tema en esta sección, pero al menos apuntar los mitos más frecuentes que escuchamos en nuestra práctica.
Realidad: No Tanto. Si el ver realizadas tus expectativas tiene un precio, bendito precio!, ¡y que este sea fijo!. Qué mal que fuera cambiando diariamente. Además: ¡Lo más costoso es suprimir nuestros verdaderos sentimientos!. ¿Que calidad de vida puede llevar una persona que se pasará anhelando por años un resultado de Cirugía Plástica, que tiene la decisión, el apoyo de gente cercana, el tiempo, pero que piensa que es muy cara, y lo posterga por años? Continuamente pasará por su mente: ¿Y si ya me hubiera animado a hacerlo?
Realidad: Falso. Toda cirugía es igual a una cicatriz. Dependiendo del tipo y color de piel, edad, y salud, pero mas que nada, de la calidad de trabajo del Cirujano Plástico, la cicatriz podrá “esconderse”, “camuflagearse”, “mimetizarse” o ser lo menos notoria, pero siempre estará ahí. (pulsa Tipos de Piel para mas informes)
Realidad: No hablamos de peligrosidad, hablamos de riesgos. En Anestesia existen 4 grados de riesgos, de menor a mayor: I II III y IV. Entre más alto es el número con el que te cataloga el anestesiólogo, mayor es el riesgo. Habrá mayor riesgo a mayor edad, al tener enfermedades de base, como hipertensión, diabetes, obesidad, padecimientos tiroideos, neurológicos, y otros. Por otro lado, el desobedecer las recomendaciones e indicaciones que te da tu Cirujano Plástico antes y después de Cirugía, y peor aún, el ocultar datos importantes sobre tu salud o padecimientos, medicamentos y accidentes que has tenido, puede originar serios problemas en tu manejo.
Realidad: Falso. Si doliera mucho, como regla, nadie se operaría. Para eso contratamos a un Anestesiólogo. Naturalmente que hay pacientes con diferente umbral al dolor, y unos van a reaccionar con molestia o dolor en casos en que otros ni siquiera lo registran. Hay Cirugías y combinaciones de cirugías, que condicionan mayor incomodidad, y si es cierto que algunas lamentablemente producen dolor, pero para eso estamos el Anestesiólogo y yo, para procurarte la mayor comodidad.
Realidad: No necesariamente. Es frecuente que oiga que tal o cual mujer escultural del ambiente artístico, cause revuelo por lo estético de sus formas, y origina el comentario de que tiene cirugía de Lipoescultura, de aumento del busto, o de nariz, extirpación de una costilla, etc. Hay que ser claros: existen personas cuyos cuerpos han sido dotados, por naturaleza, de una armonía estética bellísima sin haber sido tocadas por ningún Cirujano. En algunos otros casos, son evidentes sus arreglos, pero no toda persona con balance estético corporal o facial agraciado es resultado de una intervención quirúrgica.
Realidad: Es posible. ¡Claro que lo es! Las técnicas modernas de Lipoescultura y remodelación corporal, pueden mejorar la silueta del busto, cintura, cadera, espalda, abdomen, cuello y cara, y en general, todo el cuerpo. Sobre todo con una técnica bien depurada y un material humano que sea lo suficiente moldeable para producir estos cambios.
Realidad: Falso. He visto varias películas que planteaban este mito. Nada tan alejado de la realidad. Toda Cirugía, y especialmente las más extensas y que involucran más áreas en la cara y el cuerpo, son operadas en el curso de horas, y esto es igual a una reacción de los tejidos con inflamación. La inflamación cede pronto, en espacio de días, y finalmente habrás de ver el resultado tan anhelado, pero no es inmediato. Una buena dosis de sentido común, paciencia y expectativas realistas, son tus mejores aliados en cualquier Cirugía Plástica.
Realidad: Falso. El Rayo Láser es una abreviatura para: “Light Amplification by Stimulated Emisión of Radiation” o en español: “Amplificación de la Luz por Emisión Estimulada de Radiación”, o sea, es un rayo de luz altamente concentrada en un solo haz, que corta, o quema, con mayor grado de control que un cuchillo u otro instrumento con filo, pero al fin es un corte o quemadura lo que produce. El uso del Láser está muy diseminado en toda la ciencia, y la Medicina y la Cirugía no son la excepción. Pero no desaparece ni cura las cicatrices; produce otras, y hay cicatrización también. Tal vez lo haga con menor notoriedad, pero no ocurre tal cosa como borrar cualquier cicatriz.
Quienes usan esta tecnología como arma de mercadotecnia y promocional, la usan la mayoría de las veces para estar actualizados, y no porque en realidad sea milagrosa. Además, es una manera de atraer al consultorio personas a las que se les sugieran otros servicios , tales como Cirugía de busto, lipoescultura, toxina botulínica, etc.
Realidad: Falso, casi siempre. Cuando un grupo de personas interesadas en Cirugía Plástica, envía por delante como anzuelo a una paciente para ser operada ella primero, con el pretexto de que si queda bien ellas seguirán, la enorme mayoría de las veces esto no ocurre. Y la razón es sencilla: las personas que envían a operarse a otra no se atreven a ser ellas mismas las primeras, es decir, hay temor, hay miedo de ser operadas. Una vez que aquella persona que enviaron regresa operada, esté excelente, bien o medianamente bien operada, el pretexto será diferente, pero el miedo seguirá causando que esas personas, no se animen a las operaciones.
Al inicio de una carrera profesional, es frecuente que nosotros los Cirujanos Plásticos, creamos esta mito, pero con el paso de los años y la experiencia, no sentimos mucha emoción al escuchar este tipo de comentarios. Sencillamente, le dedicamos mucha atención y enfoque a cada caso, independientemente de si nos ofrecen más trabajo.
Realidad: Falso, casi siempre. En Estados Unidos, un Cirujano Plástico Certificado, cobrará consulta la mayoría de las veces y el costo es alto. Aproximadamente 4 veces mas que en México. En Tijuana si hay mucha variación y hay colegas que cobrar muy caro, como otros que no cobran a aquellas personas que desean atraer como método de promoción, Pero el hecho es que casi invariablemente, toda consulta causa honorarios.
Realidad: Los avances en materiales y técnicas desmienten completamente el bulo. Al contrario que hace unos años, cuando las prótesis eran confeccionadas con suero fisiológico susceptible a los cambios de presión, los implantes actuales de gel de alta cohesividad eliminan cualquier problema que pueda relacionarse con los cambios de presión en un vuelo.
Realidad: La naturalidad es, sin lugar a dudas, uno de los parámetros que más enerva a las pacientes. Los cirujanos plásticos cualificados son capaces de conseguir resultados menos artificiales y más naturales, pero los deseos de la paciente tienen mucho que ver con ello. Aunque parezca sencillo, no es tan fácil detectar una mujer operada de aumento de pecho. Si podemos apreciarlo, es principalmente porque la mujer quiere que así sea. Sin embargo, si la paciente desea un volumen no muy exagerado y proporcional a su anatomía, resultará prácticamente imposible que el pecho no presente una gran naturalidad.
Realidad: Los riesgos respecto al cáncer de mama no son superiores en mujeres portadoras de prótesis. Sin embargo, cuando una paciente sometida a un aumento de pecho accede a las pruebas de detección de la enfermedad, debe informar de su situación. Así, el especialista podrá diseñar los planos de la visión completa de la glándula mamaria. De hecho, está demostrado que, como la prótesis empuja la glándula mamaria, a la mujer le es más fácil detectar bultos sospechosos, extraños o inusuales en los senos. Un aumento de pecho no implica para nada un mayor riesgo de padecer cáncer de mama.
Realidad: Las prótesis que se utilizaban anteriormente tenían un ciclo de vida de unos 10 o 15 años. Sin embargo, en la actualidad no podemos determinar exactamente su duración. Solamente han pasado unos 20 años desde que los cirujanos empezaron a usar los implantes de última generación, por lo que se están colocando aún las primeras unidades. A pesar de ello, los expertos estiman que la durabilidad está entre 25 y 35 años aproximadamente. Para asegurarse de mantenerlas en buen estado, la paciente debe someterse a revisión cada cinco años y a una resonancia magnética cada diez.
FUENTE: http://drvalerosurgery.com/mitosyrealidades.htm, http://aumentopecho-drjunco.com/los-mitos-del-aumento-de-pecho-mentira-o-realidad/
